PHILIP LARKIN

Philip Larkin



Annus Mirabilis

La cópula comenzó
en mil novecientos sesenta y tres
(más bien tarde para mí):
cuando la prohibición del Chatterley cesó
y los Beatles grabaron su primer elepé.

Antes sólo había habido
algo como un regateo,
disputas por un anillo,
un oprobio omnipresente
que empezó a los dieciséis.

De golpe, entonces, paró la pelea:
todos sintieron lo mismo
y vivir se transformó
en un brillante saltar la banca,
en un no poder perder.

La vida, pues, nunca fue mejor
que en mil novecientos sesenta y tres
(aunque un poco tarde para mí):
cuando la prohibición del Chatterley cesó
y los Beatles grabaron su primer elepé.



Los árboles

Los árboles ya dan retoños
como algo no del todo dicho;
brotes recientes, calmos, se dispersan
en un verdor que es casi una pena.

¿Es acaso que vuelven a nacer
y nosotros declinamos? No, pues también ellos
mueren. El repetido ardid de renovarse
queda escrito en anillos de madera.

Y sin embargo, incansables, cada mayo
los castillos se desgranan en plena densidad.
Ha muerto un año, parece que dijeran;
comienza, comienza tú también de nuevo.



Ventanas altas

Cuando veo una parejita e imagino
que él se la coge y ella toma
píldoras o usa un diafragma,
sé que es ése el paraíso

que todo viejo soñó la vida entera:
ataduras y prejuicios desechados
como una cosechadora obsoleta, y los jóvenes
deslizándose sin límites, ladera abajo,

hacia la felicidad. Me pregunto si
cuarenta años atrás, mirándome, alguien
habrá pensado: Eso es vida;
nada de Dios, ni de sudar de noche

pensando en el infierno, ni de ocultar
lo que opinas del pastor. Ese y sus
amigos se deslizarán, maldita sea,
libres como pájaros. Y de inmediato,

más que en palabras, pienso en ventanas altas:
el cristal en donde cabe el sol y, más allá,
el hondo aire azul, que nada muestra,
y no está en ninguna parte, y es interminable.

Traducción Marcelo Cohen



Philip Larkin: Nació el 9 de agosto de 1922 en Coventry. Cursó estudios en la Universidad de Oxford. Su primer libro de poesía fue El engaño (1955) y otras de sus obras destacables son El barco del norte (1945), una colección de poemas, Ventanas altas (1974) y Las bodas de Withsun (1964). También fue autor de novelas como Jill (1946) y Una chica en invierno (1947). Trabajó como bibliotecario de la Universidad de Hull a partir de 1955 y crítico de jazz del diario The Daily Telegraph (1961-1971). Sus ensayos sobre jazz están recopilados en Jazz: Un diario 1961-68 (1970).Falleció el 2 de diciembre de 1985 en Londres.

ALFREDO PRIOR

Alfredo Prior 2[1]

Triunfo de Adriano

Prefacio

Villa Allende, 2012
1º de enero: Hace calor, la heladera no enfría.
2 de enero: Hay olor en la heladera, necesitamos un
técnico.
3 de enero: De nombre Adriano y promete venir
mañana.
4 de enero (tarde): Adriano se fue a pescar y no
llega.
4 de enero (noche): Llegó Adriano.

Nos detuvimos al final de un camino sombrío.
Detenidos, casi tristes, escuchamos los ayes de
aquella tan joven
(¡18 años!).
Difunta precoz, tal una sombra que ambicionara
los paraísos todos: salmón que aún muerto agita sus
aletas ¡frío! ¡más frío!
Emmental, Condé, Gorgonzola, convertidos en
derretida mozzarella.
Chamuscados champiñones, Coca tibia, Kanikama
de fruncido ojite,
vieiras, ostras, abandonadas a una lánguida fiebre.
Lechugas verdes y moradas, rúcula, berro, endibias,
albahaca y mentas frescas.
Estremeciéndose, abandonaron su frescura y seguro
lecho
para seguir al monstruo.
Más cruel cálido, calenturiento.
En el atrio que guarda, a la Emperatriz del hielo,
arte afectado, heladera que se yergue en el osario
plata de un mundo que se pudre, artefacto inútil
música que de cansados motocompresores, venenos,
perfumes, fosforescencias vanas.
Eruditos, arqueólogos abrimos la tumba No frost
adoptando un aire experimentado y altanero.
La muerta dormía bañada en leches tenebrosas.
Acre surgió una certeza: el pescador en su barca y el
cangrejo en su hoyo.
Pero, impasible al horror, cargado de torpor y hastío
arribó Adriano con su caja de herramientas hacia
el pavor glacial del polo inaccesible, para buscar el
filón del secreto.
“No digáis: es desdicha sin fin, pues es de cobardes o
de los que pronto se cansan”.
Nos tranquilizó el Príncipe del frío.
La que nunca murió, la tan amada, agitó su frágil
motorcito y el automático sonrió.
Abeja de silencios, de rayos sin color, sin daño y sin
dolor, volvió a hablar la que dormía.

Alfredo Prior: nació en Buenos Aires en 1952. Es artista plástico. Ha publicado diferentes artículos en las revistas Tokonoma, Abysinia y Ramona entre otras. En el año 2006 Mansalva publicó su libro Cómo resucitar a una liebre muerta. El presente poema pertenece a Triunfo de Adriano, editorial La Sofía cartonera 2012.

La botella verde

sukurov

El que los fenómenos puedan ser tan familiares que no los veamos en absoluto es un asunto que ha sido largamente tratado por los filósofos y por los teóricos de la literatura. Viktor Shklovskij, por ejemplo, a comienzos de los años veinte, desarrolló la idea de que la función de la poesía es «hacer extraño» el objeto que pinta. «Las personas que viven a la orilla del mar están tan acostumbradas al murmullo de las olas que nunca lo oyen. Por la misma razón, apenas oímos las palabras que emitimos… Nos miramos los unos a los otros pero no nos vemos. Nuestra percepción del mundo se ha marchitado, lo que permanece es mero reconocimiento». Así, el objetivo del artista es transferir lo que está describiendo a la «esfera de una nueva percepción»; como ejemplo Shklovskij cita un cuento de Tolstoy en el cual las costumbres y las instituciones sociales se «hacen extraños» a través del recurso de presentarlos desde el punto de vista de un narrador que resulta ser un caballo».

Noam Chomsky, El lenguaje y el entendimiento (1972)

Seamus Heaney – (1939-2013) [Documental]

Melvyn Bragg entrevista al poeta y crítico literario irlandés Seamus Heaney, premio Nobel de literatura en 1995. En esta entrevista, Seamus Heaney habla de las particularidades de su obra y recita algunos de sus poemas más conocidos como «Muerte de un naturalista», «Toome», «Isla de las estaciones», «Un recuerdo», entre otros.

REYNALDO JIMÉNEZ

Negative0-29-29(2)

vivo la nuca como
en el yunque y sin
embargo nadie versa
esta emanación desde
la corola del corazón
en su coraza hasta
demarcar la situación
desdibujarla
remojar las barbas
en lagunas nonatas

los sapos
puntiformándose
los zumbares
consumando una cresta de atención
que se deslíe por roer el error
errar por la casa de plancton
al segundo dejar de soñarse
abrir el ojo
bajo amparo de los cuarzos

guijarros
desmoronándose
en un solo punto
adonde correr la propia
sombra enrarecerla
de otro destino arrancarse
el calamar de la glotis
perforar este tino y las tinajas
que se esconden
de la linfa que atraviesa
la memoria

y desde
las cilias
de Ninfa
los rayos
tan ella
sola
respira
sin dar
gracias
al misterioso
volumen
al supurado
temblor

mientras no ciegues el bosque
entre túneles que te tratan de tú
el desfile enmascarado
resbaladizos frisos
fríos como el alga sin destino
de los dedos de luzbeles
sangran contra el cristal
serán estrellas
un día olvidadas
prometidas del harén
de los silencios

toco tiempo
entre las hojas
por el estigma
siempre danzan
darte la mano sería
ofrecerte al insecto
incrustarte
en el diamante
como un gigante
facetado que sonriera
sin dejar de mirarte
ahí en tu acuario
de gira

y en la nuca muertos
sus voces deliran por ser
pero
el secuestro transparente
brota
de las partes
pone
frente a
Ninfa y ella
infame muerde el bosque

de Piezas del tonto

fotografía Gabriela Giusti

Reynaldo Jiménez: publicaciones recientes: Musgo (2001), Reflexión esponja (2001), Papeles insumisos de Néstor Perlongher (con Adrián Cangi, 2004), El libro de unos sonidos. 37 poetas peruanos (2ªed. 2005), Sangrado (2006), La curva del eco (2ªed.2008), Plexo (2009), La indefensión (2ª ed.2010), Esteparia (2011), El cóncavo –imágenes irreductibles y superrealismos sudamericanos- (ensayo Ed Descierto 2012). Junto a la pintora Gabriela Giusti creó y durante quince años condujo tsé-tsé (revista-libro, sello editorial). Entre sus traducciones de obras de Brasil están Los poros floridos de Josely Vianna Baptista, Galaxias de Haroldo de Campos, y Catatau de Paulo Leminski.